viernes, 7 de diciembre de 2018

LOS CUENTOS INFANTILES SOBRE EL HAMBRE

EL NIÑO POBRE DEL PUEBLO
Había una vez en un pueblo muy lejano un niño llamado Matías que era muy pobre pero de gran corazón.
Matías todos los día se levantaba temprano y se iba a hacer huerta para poder tener verduras, frutas y así repartirlas en todo el pueblo.
El Pueblo donde vivía era muy humilde y de escasos recursos, pero a él no lo frenaba eso, Matías se levantaba igual he iba todos los días a regar sus verduras, dar vuelta la tierra, cuidar sus frutos para siempre tener verduras y frutas frescas para alimentar a sus vecinos.
                                    

EL DESEMBARCO
Es el año 1536: don Pedro de Mendoza y su hermano Diego acaban de llegar con catorce naves a la costa barrosa de un río inmenso. «Hay buenos vientos, buenos aires», piensa don Pedro, y bautízala naciente metrópolis. Entre los hombres está Ulrico Schmidl, de Staubing, Alemania. Utz, como prefiere firmar, es uno de los primeros cronistas de esta región de las Indias .Cuatrocientos quince años más tarde, en 1951,otro cronista recreará los mismos hechos que retratara Schmidl: el sitio de los indios a los españoles, el hambre, la antropofagia. Pero esta vez, el nuevo cronista, de nombre Manuel, los describirá a través de su «misteriosa» mirada.
En la historia ficcional del cuento «El hambre»
de Manuel Mujica Láinez subyace otra real, la descripta por Ulrico Schmidl en su Viaje al Río de la Plata, publicada en 1567 en Frankfurt am Main. En ella se basó el autor argentino, trasponiéndola al arte escriturario. A lo largo del presente trabajo analizaremos los recursos utilizados por Mujica para transformar la Buenos Aires de Schmidl en su «misteriosa Buenos Aires

                                               

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